Luces
En el transcurso de la existencia veo luces,
muchas luces,
luces de todo color, de toda forma,
de diferente intensidad,
luces que ciegan con su brillo,
luces que brillan por corto tiempo,
luces que apenas mantienen un destello.
Luces que se apagan de
repente,
luces que perduran,
luces que opacan las demás,
luces que dejan las otras
brillar,
luces que envidian la luz de las demás,
luces que desean las otras apagar,
luces que por miedo no iluminan,
luces que explotan por vanidad o por codicia,
luces que se creen únicas,
luces que se creen nada,
luces que no saben si están encendidas,
luces que no saben que están apagadas.
Y es en el transcurso de la existencia dónde las luces cambian de color,
de intensidad, y construyen su realidad.
Y si las luces asumieran su rol en cada momento,
si vivieran sus etapas de poca luz o brillo intenso,
de colores diferentes, de convivencia con otras luces,
sin codiciar, ni envidiar, sin vanidad y sin querer nada más que ser luces,
luces para ellas, luces para las demás.
si sólo eso fueran no existiría división esa que hoy existe, ninguna luz se apagara,
no hubieran luces tristes.